sábado, 10 de enero de 2009
SIN TITULO
No he encontrado un título adecuado para esta entrada, así que cada cuál lo renombre personalmente según las sensaciones que la lectura de esta breve historia le provoque.
Acurrucado sobre le regazo de su madre, el niño la mira a hurtadillas, teme encontrar sus ojos y perderse en el oscuro abismo de su vacío.
Inhalando el perfume de honda tristeza que emana desde el corazón de su madre, el niño pregunta.
Y el aire se lleva su pregunta por la ciudad en ruinas. Y con ella a cuestas, atraviesa los campos calcinados por el odio y la cueldad, y viaja más allá de las fronteras de la realidad ensangrentada para llegar hasta la cima de las montañas. Allí dónde anida la libertad del äguila.
Y la pregunta es tan solo un débil susurro en la garganta del niño:
“¿por qué somos diferentes?”
_ “por el color de nuestra piel” (madre)
“Yo la cubriré con las irisadas escamas del pez” (niño)
_ “por la forma de nuestros ojos” (madre)
“Yo los pintaré con el negro carbón que los hombres sacan de las entrañas de la tierra” (niño)
_ “por las palabras que pronunciamos en las oraciones de nuestros rezos” (madre)
“Yo las acallaré entre las plumas blancas de algodón del cisne que se desliza majestuoso en el estanque” (niño)
_ “por las costumbres de nuestro pueblo” (madre). Siempre contesta la madre, el padre ya no está con ellos.“Yo las envolveré con papel de seda y les ataré lazos de colores para hacerlas volar en el cielo cómo las cometas de los niños que juegan en la plaza” (niño)
"Así, a nadie molestaré, a nadie ofenderá mi presencia, y…
·podré caminar con mis pies descalzos por la brisa del viento, y…
·volar ligero entre tus sueños, y…
·pintar con mis manos una gran sonrisa de felicidad en tus redondos ojos azules, y… "No es el niño quién habla, sino su pensamiento que en un último esfuerzo se le escapa por la boca.
Una pequeña perla de cristal resbala por la mejilla de la madre, haciendo cosquillas en la nariz al niño, que ya no la mira de hurtadillas, que ya no mira. Un profundo sueño, frío, helador, perpetuo como las nieves en la cima de las montañas, ha inundado su diminuto y desencajado cuerpo con un áspero manto rojo.
El aire se ha quedado vacío, huérfano de preguntas porque ya nadie quiere escuchar las respuestas. Y en mis oídos ha estallado el impresionante grito del silencio, ensordeciendo mi alma con el horror que mis ojos contemplan estos días cuando se menciona un nombre: GAZA.
Inhalando el perfume de honda tristeza que emana desde el corazón de su madre, el niño pregunta.
Y el aire se lleva su pregunta por la ciudad en ruinas. Y con ella a cuestas, atraviesa los campos calcinados por el odio y la cueldad, y viaja más allá de las fronteras de la realidad ensangrentada para llegar hasta la cima de las montañas. Allí dónde anida la libertad del äguila.
Y la pregunta es tan solo un débil susurro en la garganta del niño:
“¿por qué somos diferentes?”
_ “por el color de nuestra piel” (madre)
“Yo la cubriré con las irisadas escamas del pez” (niño)
_ “por la forma de nuestros ojos” (madre)
“Yo los pintaré con el negro carbón que los hombres sacan de las entrañas de la tierra” (niño)
_ “por las palabras que pronunciamos en las oraciones de nuestros rezos” (madre)
“Yo las acallaré entre las plumas blancas de algodón del cisne que se desliza majestuoso en el estanque” (niño)
_ “por las costumbres de nuestro pueblo” (madre). Siempre contesta la madre, el padre ya no está con ellos.“Yo las envolveré con papel de seda y les ataré lazos de colores para hacerlas volar en el cielo cómo las cometas de los niños que juegan en la plaza” (niño)
"Así, a nadie molestaré, a nadie ofenderá mi presencia, y…
·podré caminar con mis pies descalzos por la brisa del viento, y…
·volar ligero entre tus sueños, y…
·pintar con mis manos una gran sonrisa de felicidad en tus redondos ojos azules, y… "No es el niño quién habla, sino su pensamiento que en un último esfuerzo se le escapa por la boca.
Una pequeña perla de cristal resbala por la mejilla de la madre, haciendo cosquillas en la nariz al niño, que ya no la mira de hurtadillas, que ya no mira. Un profundo sueño, frío, helador, perpetuo como las nieves en la cima de las montañas, ha inundado su diminuto y desencajado cuerpo con un áspero manto rojo.
El aire se ha quedado vacío, huérfano de preguntas porque ya nadie quiere escuchar las respuestas. Y en mis oídos ha estallado el impresionante grito del silencio, ensordeciendo mi alma con el horror que mis ojos contemplan estos días cuando se menciona un nombre: GAZA.
Besos "amigos" y un abrazo "de papel"
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4 comentarios (+add yours?)
Hola Asunción,
Desgarradora historia, pero no lo es menos que la cruda realidad. Y que en pleno siglo XXI aún andemos con la diferencia a cuestas, en vez de entender que cuanto más diferentes más ricos somos??
Los extremismos son los que van a hacer que desaparezca esta bolita azul, la insolidaridad, la incomprensión, la envidia, la incultura, el egoismo...
Un abrazo grannnnnde grande.
la realidad pesa mucho...!!! un besote grande lleno de buenos deseos para éste 2009
Desde la sonrrisa que me produce, "El cuaderno de viaje", tu entrada me ha producido el escalofrio, que cada dia recorre mi alma, con esas terribles noticia sobre Gaza.Mi alma se une a la tuya en el dolor , la desesperación y sobre todo en la impotencia.
Pero sé que somos muchos los que sentimos así.
El mal no debe poder con tanto sentimiento de amor y solidaridad, confiemos que esto tenga un fin próximo.
Gracias por ser como eres.
Buf. Sí, qué momentos tan duros.
Vivan las diferencias!
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